sábado, 13 de julho de 2013

Estudio desvela el posible origen del 23% de los casos de autismo

Estudio desvela el posible origen del 23% de los casos de autismo
Acaban de publicarse dos estudios en la revista Translational Psychiatry relacionados con la presencia de un tipo de determinado de anticuerpos en mujeres y que parecen ser responsables del autismo en un 23% de casos (1). Este tipo de anticuerpos maternos interfieren con el desarrollo fetal del cerebro durante el embarazo. Esta línea de investigación se inició en el año 2008 y es ahora cuando empezamos a tener un nivel de evidencia que nos permite empezar a tomar en serio este aspecto, ya que podría explicar casi una cuarta parte de los casos de autismo y es sin duda un inmenso avance para descubrir el origen del autismo. En el 2008 Van de Water, autor principal del estudio, ya descubrió en un estudio sobre 61 mujeres con hijos con autismo esta particularidad.
De hecho, este descubrimiento nos acerca más a un biomarcador efectivo para un 23% de casos de autismo. Básicamente estos anticuerpos -denominados autoanticuerpos- son células inmunes que nuestro cuerpo genera pero que en este caso atacan a nuestro propio organismo. Durante el embarazo, estos anticuerpos se trasladan hacia el feto y se cree que son los que provocan esta alteración del cerebro del bebé relacionada con el autismo. Se cree que esta reacción, que desemboca en un proceso autoinmune, podría estar relaciona con infecciones durante el embarazo de la madre o a la exposición a determinados compuestos químicos, esta situación de estrés inmunitario podría ser la causante de este fallo en la respuesta inmune del organismo de la madre.
Modelo esquemático que representa las funciones del desarrollo neurológico para cada una de las proteínas diana de autoanticuerpos maternos. La alteración de la función o de la cantidad de proteínas puede alterar negativamente el desarrollo neurológico, que puede conducir a las características centrales asociados con el autismo.
Modelo esquemático que representa las funciones del desarrollo neurológico para cada una de las proteínas diana de autoanticuerpos maternos. La alteración de la función o de la cantidad de proteínas puede alterar negativamente el desarrollo neurológico, que puede conducir a las características centrales asociados con el autismo.
Para llevar a cabo el estudio participaron 246 niños con autismo y sus madres y 149 sin autismo (grupo de control). El 77% de las madres con hijos con autismo NO presentaban este anticuerpo, pero las madres restantes -un 23%- sí. Es decir, que no es una prueba definitiva, pero sí es una prueba que nos puede dar respuesta a un 23% de casos. De las 149 madres de niños sin autismo, solo 1 tenía estos anticuerpos, pero esta madre tenía un hijo con TDAH, una condición que tiene una alta comorbilidad con el autismo.
En el otro estudio lo que hicieron fue precisamente inocular a monas embarazadas este tipo de anticuerpos (2), y sus crías mostraron un comportamiento social anormal en su desarrollo. Esta prueba viene a dar una mayor fortaleza a los estudios previos que ya se habían llevado a cabo en esta misma línea y obviamente nos da también una mayor fortaleza de evidencia en el caso del estudio llevado a cabo en seres humanos.
Estos recientes descubrimientos deben ser tomados con la prudencia necesaria, pero además hay ciertos aspectos muy importantes que hay que tener en cuenta tras este descubrimiento:
En primer lugar, el hecho de que en este 23% de casos se hable de una relación causa efecto entre los anticuerpos maternos y el autismo, NO se puede ni se debe culpar a la madre de que su hijo tenga autismo. Hablamos de un aspecto complejísimo que aún está en sus primeras fases de estudio, tampoco sabemos qué es lo que hace que solo un 23% de estas madres desarrollen este tipo de anticuerpos, como comentábamos existe la posibilidad de un estrés inmunitario, pero que no se da en todos los casos, por tanto quizá exista un aspecto de predisposición genética que desconocemos, o de aspectos puramente medioambientales. O a lo mejor hay otros aspectos que coadyuvan en esta alteración.
En segundo lugar hay una serie de consideraciones éticas importante al respecto. Es muy importante destacar que ya se quiere comercializar una prueba prenatal de detección, con lo cual existen intereses económicos que pueden influir directamente en la calidad de la información. Y además tenemos otro aspecto muy importante; de las madres que participaron en el estudio y a las que se les detectó este tipo de anticuerpos decidieron no tener más hijos ¿Qué pasaría si hiciesen una detección precoz? ¿Abortarían? Este es otro gran dilema moral que debe ser tenido en consideración. Según la Fundación Down España entre el 95% y el 97% de las parejas que esperan un bebé y son informadas de que tendrá síndrome de Down deciden abortar.
En cualquier caso, es un paso más en la investigación y quizá en un futuro y en caso de que se detecte esa alteración inmune, quizá dispongamos de tecnología o fármacos para revertir esa situación.
Bibliografía:
  1. Autism-specific maternal autoantibodies recognize critical proteins in developing brain. Translational Psychiatry (2013) 3, e277; doi:10.1038/tp.2013.50 Published online 9 July 2013 dx.doi.org/10.1038/tp.2013.5
  2. Maternal antibodies from mothers of children with autism alter brain growth and social behavior development in the rhesus monkey. Translational Psychiatry(2013) 3, e278; doi:10.1038/tp.2013.47 Published online 9 July 2013dx.doi.org/10.1038/tp.2013.47

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